miércoles, 26 de noviembre de 2014

¿Qué es el motor de arranque de un coche?

El motor de arranque suministra energía para arrancar fácilmente el vehículo. Es el encargado de activar y girar el volante motor del automóvil.


El motor de arranque consiste en un motor eléctrico auxiliar encargado de mover el motor térmico hasta que el vehículo se pone en marcha, facilitando las explosiones de la cámara de combustión en el interior de los cilindros.

Actualmente los motores de arranque cuentan con un electroimán que funciona con corriente continua, y se alimentan de la batería. Del motor de arranque, un cable fino irá conectado desde la llave de contacto hasta el relé o solenoide funcionando como interruptor, mientras que un cable más grueso lo alimentará desde la batería una vez que se haya accionado el relé.



Cuando giramos la llave de contacto, la corriente de la batería pasa al relé de arranque, produciendo un efecto de palanca sobre el piñón de arrastre del motor de arranque que permite que se acople al engranaje de la corona del volante del motor térmico para proporcionarle movimiento, por tanto, su función es vencer la resistencia inicial de los componentes del motor al arrancar.

Generalmente, todos los motores de arranque de hoy en día son motorreductores, es decir, que tienen un consumo bajo de corriente eléctrica. Además, también han disminuido considerablemente su peso y tamaño en un 40% para facilitar el arranque en frío y a mayor velocidad, ahorrando batería.

El inconveniente de los motorreductores es que esto los hace más complicados que los motores de arranque tradicionales, donde no había imanes permanentes que pudieran deteriorarse u oxidarse tan fácilmente.

¿Cómo saber si está fallando el motor de arranque? 


Si nuestro automóvil no se pone en marcha es posible que se deba al motor de arranque y que el fallo impida que la energía de la batería nos permita arrancar el automóvil.

Para discernir si el fallo está en la batería o el motor de arranque podemos conectar las luces; si la intensidad de la luz es muy baja, o al conectar las pinzas funciona, se trata de la batería. En caso contrario, lo más probable es que se trate del motor de arranque.

Otras señales que podemos interpretar como resultado de un motor de arranque defectuoso son:

Ruidos cuando arrancamos: si cuando tratamos de intentar el vehículo hace ruidos como chasquidos o traqueteos al girar la llave, y continúa sonando mientras el motor de arranque permanece activado, suele indicar un elevado desgaste de este elemento.

Olores y humos: si el motor de arranque expide humos y olor a quemado cuando encendemos el vehículo es probable que se trate de algún problema eléctrico con los cables o conexiones dentro del propio motor de arranque. Presta atención a un posible cortocircuito.

Hasta aquí la presentación de este componente tan imprescindible de nuestro automóvil. Si quieres conocer las averías más comunes, poner a prueba el motor de arranque o aprender sobre su limpieza, cuidados y mantenimiento, sigue navegando en esta etiqueta o los enlaces anteriores.

Cómo detectar averías en el motor de arranque

Si conoces la composición del motor de arranque, es sencillo localizar la avería y solucionarla sin complicación

El motor de arranque se encarga de suministrarle al automóvil la energía necesaria para facilitar su puesta en marcha, por tanto, si el motor de arranque es defectuoso o se encuentra averiado, lo más probable es que ni siquiera consigamos arrancar el vehículo.

En esta misma sección hemos aprendido cómo funciona este elemento y cómo podemos realizar la limpieza o el mantenimiento del mismo. Una vez que reconocemos los síntomas, vamos a analizar a qué posibles averías nos enfrentamos comprobando las distintas partes del motor de arranque.

Antes de comenzar a desmontar este elemento, es conveniente asegurarnos de que la avería no se encuentra en el circuito de alimentación o en la batería, tal como enseñamos en “Qué es el motor de arranque”.

Si vamos a desmontar el motor de arranque para localizar la avería, pese a que cada modelo puede ser diferente dependiendo del tipo de vehículo, debemos conocer a grandes rasgos los elementos comunes que lo componen:


1- Carcasas que hacen de soporte para el relé y permiten fijar el motor de arranque en una caja de cambios.
2- Corona dentada (bendix) que debe engranar con el volante de inercia del motor para transmitir el movimiento. Hasta que no giramos la llave de contacto, no es impulsada hacia delante por el relé para conectar.
3- Rotor del motor eléctrico. Es el elemento que gira y entra en contacto las escobillas.
4- Estrator o parte fija que ha de romper los campos magnéticos haciendo que se mueva el rotor.
5- Plato de escobillas que unen con la corriente eléctrica.
6- Electroimán solenoide.


Para cerciorarnos de que la tensión que se suministra es suficiente, basta con conectar un voltímetro al borne exterior del motor de arranque más próximo al cable grueso (que es el de alimentación). Si el resultado está por debajo de los 12v será necesario revisar los fusibles.

Repetiremos la operación en el borne más próximo al cable fino (el que conecta con la llave de contacto, teniéndola en posición de arranque) y el valor obtenido debe ser similar al anterior (12v) además de generar un “clac” en el relé de activación. Si no fuera así, es posible que el relé se halle en mal estado y haya que desmontarlo para reemplazarlo por uno nuevo.

Si no hay deterioro en el cableado, y la batería está cargada, el punto débil del motor de arranque suelen ser el desgaste de las escobillas a causa del rozamiento al que quedan expuestas, especialmente cuando el automóvil supera los 150.000 km. Si es nuestro caso, bastaría con abrir el motor, comprobar si están deterioradas y sustituirlas por unas nuevas.

Para que el motor de arranque logre activar nuestro automóvil, debe girar como mínimo a 400 rpm, sino le costará mucho arrancar o será imposible hacerlo. Por tanto, si todo lo anterior estaba correcto, puede ser que sencillamente, se haya acumulado suciedad en el rotor hasta atorarlo e impedir su movimiento, por lo que bastaría con abrirlo y limpiarlo cuidadosamente.

Como última posibilidad, si el motor de arranque gira, pero no llega a transmitir movimiento al motor de combustión, es probable que la corona esté desgastada y no encaje con precisión con el volante de inercia.

Generalmente, el proceso de detectar y sustituir el elemento concreto que causa la avería en el motor de arranque resulta tan tedioso que se suele optar por adquirir un motor de arranque completo para cambiarlo por el estropeado. La ventaja de estos elementos es que pueden adquirirse de segunda mano en desguace con todas las garantías y a precios muy razonables.

Mantenimiento y limpieza del motor de arranque

Mantener limpio y en buen estado el motor de arranque puede prevenir que este elemento cause fallos en el futuro


No es habitual tener que reemplazar el motor de arranque de nuestro vehículo, siempre que procuremos no forzarlo y mantenerlo en buen estado, ya que sólo está en funcionamiento momentáneamente para ayudar al motor de combustión interna de nuestro automóvil a ponerse en marcha.

Para alargar la vida útil del motor de arranque, la primera herramienta con la que contamos es el sentido común; si al girar la llave de contacto chirría y no arranca, mantenerla girada o forzar de continuo no hará más que provocar alguna rotura o agravar el fallo interno al que esté sometido.

despiece motor de arranque

Otra de las consecuencias de insistir en el arranque es acabar quemando el rotor que se encuentra en el interior de nuestro el motor de arranque, así que paciencia. Revisa el post sobre averías o acércate al taller más cercano, pero no lo fuerces. Quitar la llave sin apagar el motor, extrayéndola a la fuerza, también es perjudicial para este componente, incluso aunque no haya terminado de arrancar el vehículo. Recuerda que una vez la llave está en el contacto y gira, el relé empuja a la corona dentada contra el motor del automóvil y puedes atascarla.

Las principales causas que generan averías en el sistema de arranque del vehículo son la suciedad acumulada en el interior y el desgaste de las escobillas del motor de arranque. Si está dando fallos, especialmente, si vamos de cara al invierno, es posible que el motor de arranque no aguante sin ser limpiado y sin que las escobillas sean sustituidas. Si vas a abrir y desmontar este elemento, asegúrate en primer lugar de desconectarlo de la batería para evitar sufrir una quemadura o descarga eléctrica.

Presta mucha atención a la posición en la que se encuentra cada uno de sus componentes para evitar que después no te encajen como debieran. No es mala idea ayudarte de papel y lápiz e ir anotando cada elemento que separas y cómo va fijado al resto.

¿Cómo limpiar el motor de arranque de un coche?


Si deseas limpiar el motor de arranque de tu vehículo, lo ideal es usar una brocha empapada en gasolina, para que, además de ayudarte a eliminar la carbonilla y que se desprendan con mayor facilidad los restos de suciedad que se acumulan en el interior, después quede cada pieza bien lubricada. Antes de volver a colocarlas, sécalas cuidadosamente con una bayeta de microfibra o trapo de algodón limpio. Lija, con ayuda de un cepillo para metales, todas las partes metálicas en las que veas posibles restos de óxido haciendo especial hincapié en los distintos bornes del motor de arranque.

En el mercado existen numerosos productos en spray que ayudan a lubricar los distintos elementos que componen el motor de arranque del vehículo. Si te has tomado la molestia de desmontarlo y limpiarlo a conciencia, no olvides rociarlos para ayudarles a trabajar con mayor comodidad previniendo desgastes.

Esperamos que estos consejos te sean útiles y no tengas que enfrentarte así a la pérdida del motor de arranque de tu automóvil.

jueves, 13 de noviembre de 2014

¿Aire acondicionado o ventanillas abiertas?

¿Consume más el coche con el aire acondicionado o con las ventanillas abiertas? 

La elección entre uno y otro sistema de refrigeración para nuestros viajes también repercute en el confort y en la seguridad.


Comodidad, seguridad y ahorro de combustible. Son tres de los términos que pasan por nuestra mente a la hora de hacer un viaje en coche, en pleno verano, y plantearnos la duda de si es más conveniente usar el aire acondicionado o climatizador automático, o hacer nuestro trayecto a pleno sol con las ventanillas bajadas.

Es cierto que tanto el aire acondicionado como el climatizador automático necesitan que el motor realice un esfuerzo superior, el necesario para que funcione un compresor. Y este esfuerzo «extra» supone también un mayor consumo.

Para comprobarlo podemos hacer una simple prueba, circulando a una velocidad constante por una carretera llana con el aire acondicionado conectado, y ponerlo en marcha. Enseguida notaremos un pequeño «tirón» y será necesario que pisemos un poco más el acelerador para mantener la misma velocidad.

Este «sobreesfuerzo» supone una media de un 6% más en el gasto de combustible, aunque esta cifra se puede reducir al 2 o 4 % si disponemos de un climatizador automático. Unas cifras estimativas, ya que también dependerá de cual sea nuestro vehículo, su antigüedad, y nuestra forma de conducir.

Para que el consumo de combustible sea el menor posible lo mejor es que este aire acondicionado mantenga una temperatura en nuestro coche entre los 20 y 23 grados, ya que si nuestra «necesidad de frío» nos hace poner el termómetro más cerca de los 17 grados, el aumento de consumo puede llegar a ser hasta el 20 por ciento.

Analizado el primer factor, no hay que olvidar que el aire acondicionado hace que viajemos con un mayor nivel de confort, lo que redunda también en una mayor seguridad. Una temperatura elevada en el interior de nuestro coche puede además provocar somnolencia y hacer que aumente el riesgo de tener un accidente. Según algunos estudios, un conductor que viaje con una temperatura de unos 35ºC tiene unos reflejos similares a los que tendría tras haber bebido un par de cervezas.

Ahora bien. ¿Las ventanillas abiertas hacen que nuestro coche consuma menos?


En teoría sí, pero sólo si circulamos por debajo de los 70 Km/h. Esto es debido a que con las ventanillas abiertas la resistencia al aire de nuestro coche hace que consumamos más energía. El vehículo es más aerodinámico con las ventanillas cerradas que con ellas abiertas. A más de 70 Km por hora, el aumento de consumo puede ser ligeramente inferior o similar al de llevar el aire acondicionado conectado.

Una buena puesta a punto del sistema de climatización va a garantizar su eficiencia y un menor consumo de carburante. Lo recomendable es revisarlo una vez al año, antes del verano. Pero además, tendremos que prestar atención a posibles averías si notamos que la temperatura interior del coche no desciende en poco tiempo, lo que podría deberse a un problema con el nivel del líquido de la botella deshidratante, a suciedad en el filtro del habitáculo o al bloqueo de alguno de los sistemas.

También hay que realizar una revisión si produce olor desagradable, lo que estaría relacionado con la presencia de humedad en los conductos de aireación. Si notamos poco caudal de aire lo más normal es que el filtro esté obstruido. Y además, de forma periódica, hay que recargar el circuito de gas, necesario para producir aire fío.

Aparte de las posibles averías del sistema, una recomendación para enfriar el habitáculo lo antes posible y por lo tanto no tener que utilizar tanto tiempo o con demasiada potencia el sistema de climatización es, durante los dias de verano más calurosos, bajar las ventanillas del coche antes de conectar el aire acondicionado . De este modo la temperatura del habitáculo no será tan elevada.

Al dejar el coche al sol, la temperatura interior es superior a la exterior . Al conectar el aire en esas condiciones haremos que el sistema de refrigeración trabaje a su máximo rendimiento y se deteriore más.

Además, recuerda que Lo ideal es que el aire acondicionado funcione a una temperatura entre 22 y 23 grados. Una temperatura inferior durante un largo periodo de tiempo puede incrementar el consumo de combustible hasta un 20 por ciento.


Diferencia entre circular en ciudad y carretera abierta.


Esta claro que el rendimiento de kilómetros por galón varia según transitemos en ciudad o en carretera, ahora bien, el usar el A/C en ciudad nos puede generar un incremento en el consumo de combustible que varia entre el 6% y 9% esto según el tipo de motor y combustible que utilicemos.

En el caso de andar el vehículo en carretera abierta con el A/C activo encontramos porcentajes variables entre el 2.5% y 3.5% en el incremento del consumo de combustible.

La razón de que el incremento en el consumo de combustible sea menor en carretera o pista obedece a transitar con las ventanas cerradas, esto provoca que la resistencia con el viento a esas velocidades sea menor para el automóvil con las ventanas cerradas que con las ventanas abiertas y por ende el consumo seria menor que en ciudad con el aire acondicionado activo.

martes, 4 de noviembre de 2014

¿En qué consiste un sistema HDI y sus averías?

El sistema HDI también conocido como “Common Rail” permite, por sus características, lograr un mayor rendimiento y un menor consumo de combustible.

El sistema de inyección por tubería común, comúnmente conocido como Common Rail o HDI, consiste en un en un sistema de inyección directa multipunto y se emplea únicamente en motores diesel.sistema hdi

Este nombre viene determinado por la bomba de inyección mecánica que proporciona presión a los inyectores por medio de una rampa y aproximadamente a unas 1.500 atmósferas, aumentando así el rendimiento del motor y propiciando un menor gasto de combustible.

Además, el sistema de inyección por acumulador Common Rail es considerablemente más flexible que los sistemas rotativos que son propulsados mediante levas o bombas rotativas, pues se adapta mucho mejor al funcionamiento del motor debido a que la inyección y la presión se generan por vías distintas.

La activación de los inyectores en un sistema HDI Common Rail se realiza mediante un impulso eléctrico enviado a través de la unidad de control, por lo que éstos tendrán que ser inyectores del tipo electromecánico.

Así pues, la ventaja que el Common Rail ofrece frente a sistemas como el Inyector-bomba, es la mayor cantidad de inyecciones que se llegan a realizar en cada ciclo, que proporciona más suavidad y permite reducir los niveles de emisiones contaminantes reduciendo también el ruido.


Elementos que forman parte de un sistema HDI con Common Rail
A continuación veremos un ejemplo de los elementos que forman parte de un sistema HDI con Common Rail:
- Unidad de control (UCE)
- Sensor de revoluciones del cigüeñal
- Sensor de revoluciones del árbol de levas
- Sensor del pedal del acelerador
- Sensor de presión de sobrealimentación
- Sensor de presión de “Rail”
- Sensor de temperatura del liquido refrigerante
- Medidor de masa de aire


¿Cuáles son las averías más frecuentes en el sistema HDI Common Rail?
Existen tres tipos de averías que suelen ser las más frecuentes en los motores diesel que incorporan el sistema HDI Common Rail. A continuación hablaremos de ellas y de la forma en la que podemos advertir que está sucediendo, además de cuál es la mejor solución para subsanar estas averías:

Síntomas: falta de potencia en el motor o baja aceleración
Las posibles causas de que el motor haya perdido potencia o la aceleración sea baja a causa de averías en el sistema de inyección pueden ser: filtros obstruidos, inyectores defectuosos, fallos en la bomba de presión o bien por que existan fisuras en el conducto de admisión.

Para verificar si estos son los problemas que ocasionan la avería del sistema HDI, comprobaremos el estado de los filtros y en caso de que sea necesario los sustituiremos. También deberemos de comprobar los inyectores, el circuito de combustible y el funcionamiento general de la bomba.

Síntoma: humo negro en el tubo de escape a ralentí
Este síntoma puede estar causado por diversos motivos. Principalmente ocurrirá cuando el filtro de aire esté obstruido, cuando la válvula EGR esté siempre abierta o cuando existan problemas en las bujías de calentamiento.

Para asegurarnos de si el problema reside en alguno de los elementos anteriormente citados, tendremos que revisar el catalizador y el tubo de escape, examinar el estado de los inyectores, comprobar la válvula EGR y los calentadores.

¿Qué son los inyectores?

Los inyectores se encargan de suministrar la cantidad necesaria de carburante al motor para que se realice la combustión.

El sistema de inyección proporciona carburante a alta presión al ciclo de compresión del motor. Al ponerse en contacto con el aire en elevadas temperaturas, se enciende provocando la combustión. Este sistema consta de una bomba de desplazamiento capaz de inyectar distintas cantidades de combustible gracias a los émbolos que van unidos a cada inyector o cilindro del motor.

Los inyectores son, por tanto, electroválvulas capaces de abrirse y cerrarse millones de veces con una reacción muy precisa al pulso eléctrico que los acciona, sin fugas ni escapes de carburante. Son los encargados de suministrar el combustible al conducto de admisión o a la cámara de precombustión, según si se trata de un sistema de inyección directa o indirecta respectivamente, de forma pulverizada y sin goteos para que el combustible se distribuya de la forma más homogénea posible según el régimen de funcionamiento del motor.



Un inyector consta de las siguientes partes: Portatobera, tobera, la tuerca de tobera, la tuerca de tapa, el vástago, la conexión de retorno, el resorte, la tuerca de ajuste del resorte y la entrada de combustible.

El funcionamiento de un inyector no es tan complejo como pueda parecer a priori; vamos a mostrarlo paso a paso.

Por medio del vástago se activa el resorte, mientras que la fuerza con la que será pulverizado el combustible se ajusta mediante la tuerca que va ligada al mismo. El carburante circula desde la entrada marcada hasta el conducto perforado que hay en la portatobera.

La punta de la válvula de aguja, que va unida al final de la tobera, se encarga de impedir el paso del líquido por los orificios cuando éste viaja a presión por los conductos del inyector, y se levantará cuando deba atomizar el fluido a las cámaras de combustión. En el proceso, una pequeña cantidad de combustible se libera hacia arriba, permitiendo que la aguja, la tobera y el resto de componentes, queden lubricados antes de salir por la conexión para el tubo de retorno y volver al tanque.

Al modo en que se descarga el combustible lo denominamos patrón de atomización, y dependerá de la presión que lleve dentro del inyector así como del número, tamaño y ángulo de los orificios que haya en la tobera, puesto que es la última responsable de inyectar la carga de líquido suficiente en la cámara de combustión para que pueda arder de forma óptima. Dependiendo del tipo y tamaño de motor, encontraremos una amplia diversidad de toberas, aunque si lo que queremos es clasificar los inyectores, el mejor modo de hacerlo es atendiendo a su funcionamiento.

Podemos dividir los tipos de inyectores principalmente en dos clases:

Inyectores mecánicos: Eran los propios de los motores diésel hasta la llegada de los sistemas de inyección de conducto único o common-rail. Funcionan por medio de un sistema de alimentación encargado de controlar la cantidad y el momento de pulverizar el combustible de forma mecánica.

Inyectores electrónicos: Son los más habituales en motores gasolina. Cuentan con múltiples sensores que envían la información a la unidad de control para que ésta apruebe cuándo y cuánto combustible debe aportarse en cada momento. Por tanto, los activa la centralita y se cierran por recuperación de un resorte o muelle interno.

Seguro que ahora os resulta más sencillo comprender la tarea que cumplen los inyectores y el papel que desarrolla el sistema de inyección dentro de nuestro automóvil.