Normalmente, la vida útil de este elemento oscila entre los 60.000 y los 160.000 kilómetros, aunque en vehículos más modernos ésta podría extenderse hasta los 240.000. También es posible estimar la duración en años, donde el cambio debería realizarse entre los 5 y 7 años de antigüedad siempre que el uso del vehículo sea habitual y no ocasional.
No obstante, para optimizar el rendimiento de nuestro vehículo y evitar que se rompa la correa de distribución siempre será recomendable, tal y como ya hemos comentado anteriormente, respetar las indicaciones de mantenimiento otorgadas por el fabricante. En caso de duda consulta previamente con tu mecánico de confianza.
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